Quien esté atento a los movimientos de los mercados financieros, podrá observar cómo el pánico lo ha vuelto a impregnar todo de color rojo.
Los medios de toda Europa nos hablan del fin del sueño del euro y de una Europa unida, del impago de Grecia, de la prima de riesgo del bono español e italiano, los índices se derrumban, los datos económicos son nefastos… nada nuevo que no nos hayan contado antes. Bien es cierto que la situación actual es un poco más delicada, pero nada ha cambiado desde el lunes anterior a hoy. Ya sabíamos los problemas con la deuda Griega, los problemas de los Bancos, los problemas de España, los problemas de Italia, los problemas de EEUU con su techo máximo de endeudamiento, etc.
Así que si separamos el grano de la paja, lo que nos queda es la especulación y las mentiras de nuestros dirigentes.
A los especuladores no les podemos reprochar nada, pues en este ecosistema llamado Capitalismo, cumplen con una misión en la «cadena alimenticia», y aunque no nos gusten demasiado, su labor es justamente aprovechar las oportunidades que se les presentan sin importarles las consecuencias de sus actos. No es lo mismo un pequeño ahorrador que invierte en cfd´s que un Geroge Soros de turno hundiendo la Libra Esterlina. Aunque ambos especulan, pero el alcance de sus operaciones son claramente diferentes.
La gente corriente no puede comprender cómo unos desalmados son capaces de quebrar un país sólo para obtener grandes plusvalías. No, no hablo de los políticos, todavía sigo con los especuladores. Bueno, para esta gente lo único que existe es una pantalla de datos, con estimaciones de beneficios. Como dicen en otro gremio «No es nada personal». Sólo les mueve el afán de ganar dinero, no de crear riqueza. Ni siquiera cuando ya acumulan miles de millones son capaces de dedicarse a otras actividades. Y si es un gestor estrella, los inversores suelen ser multimillonarios que quieren más rentabilidades, y les importa poco que el país elegido para hundir sea el suyo. Su dinero está bien protegido en algún paraíso fiscal.
Nuestros dirigentes. ¿Nos mienten? ¿Son así de incompetentes? ¿Hay alguna organización secreta que les amenaza si intentan mejorar las cosas? En mi opinión, cualquier cosa es posible. Leo en los periódicos las causas que nos han llevado a esta situación, los errores que cometieron, lo que no hicieron cuando era necesario… y yo me pregunto, ¿Por qué no lo dijeron antes, cuando todavía se podía salvar la situación? Volviendo a nuestros dirigentes, creo que ninguno de ellos ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Ni en España, ni en Europa ni en el resto del mundo. Políticas continuistas, decisiones tomadas influenciadas por la actualidad, cortedad de miras, más preocupados en salir bien en las fotos de alguna cumbre internacional que de proponer medidas efectivas para reactivar la economía.
Lo único positivo que estamos sacando de la crisis es que la gente de a pie se ha dado cuenta (de nuevo) de que nadie les va a salvar cuando tengamos realmente problemas, que no exite el crédito ilimitado y que la tarjeta de crédito no es una forma de ahorro. Hemos visto las orejas al lobo, y ya no nos creemos todo lo que nos dicen los que están arriba. No pretendo hacer un discurso populista ni criticar a todo lo que huele a poder ya dinero, pero hemos pasado de estar anestesiado socialmente a preocuparnos por lo que sucede a nuestro alrededor.
El camino va a ser muy muy largo. Yo espero que los países miembros de la UE apuesten por la unidad. Creo que a todos nos beneficia la moneda única. Que tomen las medidas que crean necesarias, pero si son duras, que al menos sirvan para sacarnos de este pozo sin fondo. Y que se dejen de reuniones. Si quieren ahorrar, que utilicen la videoconferencia.
Saludos,
Raskólnikov
Color salmón 